El vidrio es uno de los materiales imprescindibles, hoy en día, en cualquier proyecto de Arquitectura, es el que permite iluminar de forma natural los espacios pero también dar continuidad a los espacios aportando, entre otros, permeabilidad entre el ambiente interior y el exterior y sensación de ligereza.

Desde el punto de vista del material en sí, se trata de un sólido con estructura amorfa. La mayor parte de los empleados en construcción están constituidos por moléculas de silicatos con enlaces interatómicos de tipo covalente e intramoleculares de Van der Walls. Con objeto de reducir su temperatura de fusión para facilitar y abaratar la fabricación se incorporan lo que se conoce como modificadores de red o fundentes tales como sosa o potasa, entre otros, que presentan el inconveniente de que reducen su resistencia y convierten al vidrio en un material soluble. Esto último justifica la adición de estabilizadores como óxido de magnesio, de calcio o alúmina, que insolubilizan la mezcla y fijan la composición. Finalmente, otros componentes como el óxido de hierro, el de titanio o el de zinc se emplean como aditivos para mejorar la durabilidad y la resistencia a la temperatura del material resultante. La combinación de estos cuatro componentes da lugar vidrios con distintas propiedades enfocados a aplicaciones específicas y que dan lugar a la amplia variedad de este material como producto en el mercado. De los existentes, en el ámbito que nos corresponde, destacan los de naturaleza calcosódica, esto es, aquéllos que están constituidos aproximadamente por un 70% de sílice, como vitrificante, un 15% de carbonato de sodio como fundente, un 10% de óxido de calcio como estabilizante junto con 5% de aditivos. En edificaciones históricas son también de importancia los vidrios de naturaleza calcopotásica, cuyo principal inconveniente es su susceptibilidad a la degradación por exposición a agentes atmosféricos.

En cuanto a su fabricación destaca la técnica del vidrio flotado, patentado en 1952 por Pilkington, por ser el procedimiento más empleado en la fabricación de vidrios planos para acristalamiento. Para mejorar las propiedades del material resultante, el producto se somete a tratamientos de recocido o temple, esto último es uno de los más empleados para vidrios de seguridad debido a la característica rotura en cubos.

Por otra parte, la amplia variedad de conformados es resultado de las demandas del mercado, principalmente de tipo térmicos, acústicos y lumínico. En este sentido, uno de los productos comerciales más habituales son los vidrios combinados constituidos por dos acristalamientos entre los cuales se dispone una cámara que mejora el comportamiento térmico y acústico del producto resultante. Además, de éstos también hay que destacar los moldeados tipo U-glass o los pavés, y a una escala tecnológica los denominados “vidrios inteligentes” tales como los fotocrómicos o los electrocrómicos. Además de los productos de vidrio propiamente dicho también hay que destacar los que podemos denominar “derivados” tales como las fibras de vidrio empleadas extensamente en refuerzos de hormigón o los aislantes térmicos como las lanas de vidrio o el vidrio celular. Del último hay que señalar su impermeabilidad al agua líquida y al vapor de agua lo que les convierte en una excelente barrera de vapor.

Técnica

Obra

Algunos vídeos de apoyo