Propiedades Físicas del Material

Los materiales poseen una determinada propiedad, que podemos asociar a su estado intrínseco, independientemente de las acciones del ambiente sobre él. Estas propiedades se asocian a un determinado comportamiento característico del material.

Las principales propiedades físicas del material, son aquellas que se relacionan por un lado con las sensaciones que el material puede aportar a la apariencia y acabado en la arquitectura (aspecto, textura, acabado…) y por otro las que afectan a su comportamiento con las acciones a las que se verá sometido el mismo (Temperatura, peso, humedad).

Las principales propiedades físicas que debemos destacar son aquellas que afectan al material en aquellos aspectos relacionados con la estabilidad, habitabilidad y confort en los edificios:

Propiedad Térmica, el material responderá ante una carga de origen térmico según su opacidad o permeabilidad al mismo, dependiendo de tres factores: reflexión, transmisión, absorción. La energía absorbida a su vez puede ser remitida a la cara opuesta y a la enfrentada al origen del estímulo, mediante conducción a través de su estructura mediante vibración y radiación principalmente. Según la energía que el material absorba, éste además se dilatará debido a la excitación de los átomos que requieren más espacio para mantener la estabilidad. Este cambio volumétrico generará deformación y tensión en los elementos más expuestos al exterior, con mayor variación térmica.

Propiedad hídrica, el material en contacto con los líquidos podrá incorporarlos en su masa a través de sus poros comunicados con el exterior mediante absorción por presión. Esta absorción se puede producir también debido a la tensión superficial de los líquidos en su cara externa, que incluso permite superar la gravedad y ascender por el material, a través de sus poros de menor diámetro, denominados capilares. Cuando los líquidos, están en fase gaseosa, también el material permite puede permitir su entrada, produciéndose en este caso adsorción. Cuando el material forma parte de un elemento separador entre dos ambientes con distinta presión de vapor, existe un flujo de vapor que tiende a atravesar el material para equilibrarlos. La absorción de agua por parte del material genera un aumento también del volumen del material, denominado entumecimiento. Cuando el material se deseca se produce el efecto contrario, conocido como retracción. Estos cambios volumétricos generaran tensiones y los ciclos de humectación y desecación, fatiga.

Propiedad óptica, el material responde al verse expuesto a la luz visible. El porcentaje de esta luz puede atravesar el material se denomina Transmitancia, el porcentaje reflejado Reflectancia, y el absorbido Absortancia. En los materiales de fachada donde dejamos pasar la luz, ventanas y lucernarios, nos interesa tener alta transmitancia al rango visible de la energía electromagnética incidente en el material: transparencia. Podemos controlar la transmitancia del material a otras longitudes de onda para evitar la ganancia térmica si es indeseada. Es decir, podemos tener materiales permeables a un longitud de onda e impermeable a otro.

Propiedades sonoras, el material responde ante un estímulo en forma de onda que produce sobrepresiones y subpresiones alternas tanto en el medio emisor como en el receptor. El control del ruido, es decir, de superposición de ondas molestas para el usuario es importante en nuestros edificios. Para ello el material puede reflejar la onda producida desde el emisor, o absorber la onda a través de su masa y convertirla en calor por vibración ante el impacto de la onda.

Propiedad eléctrica, el material según su composición permite la transmisión de energía mediante el movimiento de los electrones libres de los cristales metálicos, o de iones de otras sustancias que sean capaces de moverse y asumir una carga eléctrica.

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